[A Goldberg, Saraceni, y Montero. 20.4.23]
es así de frío el mensaje
de libros apilados sobre libros
por qué escribir y garrapatear
y hacer de vidrio la hora
en mitad de esta larga separación
cuyos escalones son
más libros
en este pico de niebla
se celebra un pastoreo
ferial con cerosa lágrima
adensada como ladrillo
de capas y capas de hojas
abrasadas
no por el lomo sino por el revés de ayer
amenas devastaciones tienden
buscan
alguna cara que corresponda
con el delirio de tener en el agua un nombre
sellar la mirada
tras la transparencia
de la corriente
sorbo de piedra roma
bajo el ruido
intento
pero no tenemos aquí a nuestro poeta mayor
a dos días de ser oficiado
en la lápida de la lengua
pausadísimo
somos todos muy jóvenes
en una altura tan poco oxigenada
nuestros zapatos trenzados
sin suelas
la voz muda de fasto otro
mas extendemos las manos
procurando al distinto
y no hay conseja no hay vianda
en tanto pernoctar
poetas pacen odiadores
el páramo inaccesible
suyo
en realidad es
el drama de esta misma arcaica estampa
San Gimignano
fangoso medieval
Dante lo camina
en tierra tan igual a la suya
no halla casa
pájaros gélidos negros diminutos
en los campanarios sólidos
y enmudecidos
largos como el sueño
Dante mira
no hay paraje frío
comparable a esa boca
luciferina de no saber
tener habitación sin cercos
al nivel de sus pies
como sin él
del petitorio faldón
baila
la tela bellamente